domingo, 7 de junio de 2009

EL TRABAJO QUE NO EDUCA

RECOMENDAMOS ESTE ARTÍCULO PORQUE REFLEJA LA TEMÁTICA QUE PREOCUPA A MUCHOS INTEGRANTES DE LA ESCUELA Y QUE APARECIÓ EN DIBUJADA EN LOS AFICHES REALIZADOS A PROPÓSITO DEL DÍA DEL TRABAJADOR.

06-06-09 | | Por Marcela Isaías / La Capital | imprimir

El trabajo que no educa

Marina tiene 11 años. Además de cursar el 5º grado de la escuela, cuida a sus hermanos más pequeños y se gana algún que otro peso barriendo en un negocio por las tardes. Dice que es "para ayudar a la casa" y a su "mamá que trabaja", y por eso "no está mal hacerlo". La realidad de la nena no es muy diferente a la de miles de chicas que desde muy pequeñas realizan tareas no acordes a su edad. El 12 de junio próximo se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil y el lema elegido esta vez es "Las niñas y el trabajo infantil".

El panorama en los centros urbanos está claro: en las esquinas o en las peatonales desfilan a diario cientos de chicos y adolescentes limpiando vidrios, apostados en las puertas de las casas de comida rápida pidiendo o vendiendo lo que sea. Martín, de 10 años, y Rodrigo, de 8, están entre estos ultimos niños. En la zona del Parque Nacional a la Bandera ofrecen sus artesanías a media mañana, en horario escolar. "Estoy en 4º grado, pero hoy no fui a la escuela", dice Martín que vive en el barrio Toba de Rouillón al 4.000.

El grupo de estos niños son, si se quiere, la cara más visible del trabajo infantil. Sin embargo, un número difícil de cuantificar realiza tareas de todo tipo en zonas rurales y urbanas. Entre estas formas "ocultas", la ocupación de las niñas no es menor: además del trabajo agrícola, forman parte de la servidumbre doméstica, cuidan desde temprano a sus hermanos más chicos y hasta se ocupan del hogar reemplazando el lugar de un adulto. Y, por si fuera poco, son las más expuestas a los abusos y a la explotación sexual infantil.

Sostenerse en la escuela no es fácil. Un estudio de la Internacional de la Educación (IE) —organización que agrupa a los principales gremios docentes del mundo, entre ellos la Ctera— indica que "a menudo las niñas son las últimas en matricularse y las primeras en abandonar la escuela para realizar tareas domésticas o dedicarse al cuidado de sus hermanos o hermanas menores". También señala "la lejanía o inaccesibilidad de los centros escolares, la inseguridad del trayecto para llegar" como otros obstáculos, además de reclamar programas que reflejen las necesidades de género.

El diagnóstico es reafirmado por un grupo de maestras de una escuela de la zona oeste de Rosario, a la que asisten chicos que viven en situación de mucha vulneralibilidad. "Es común que después de clase se suban a un carro con sus padres para cirujear o bien que falten a clases porque tienen que cuidar la casa o bien ocuparse de los hermanos", coinciden al narrar una situación para ellas cotidiana.

La consecuencia inmediata para estos niños —señalan las docentes— es el atraso escolar, la repitencia y el abandono escolar en muchos casos.

Desnaturalizar

"La mayor dificultad para cuantificar el trabajo infantil es la naturalización que se hace del mismo", afirma Silvina Devalle, la coordinadora ejecutiva de las Comisiones Tri y Cuatripartitas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la provincia, al hablar de lo difícil que es relevar estadísticamente la problemática.

Devalle señala que hay una "especie de pegoteo de concepciones" que habilitan a mirar como bueno algo que no lo es. "Algunos afirman que «es mejor que el chico esté en el carro con la familia que en una esquina drogándose», sin ver que cualquiera de esas alternativas no son las aceptables para un niño, cuyo lugar es la escuela o el juego".
Para Devalle las respuestas pasan por la educación y el trabajo digno, decente, que permita romper con el círculo de la pobreza. Acepta que la escuela en este terreno tiene mucho por hacer. "Nuestro desafío con el ministro de Trabajo —Carlos Rodríguez— es que se incorpore la noción de trabajo decente en las currículas de los profesores", dice la funcionaria.

Actualmente en la provincia se entregan becas a chicos que han sido detectados trabajando. El beneficio es de un fondo de Trabajo nacional y representa 900 pesos al año.

Sin embargo, desde marzo de este año 300 chicos de la provincia suman a esa beca una ayuda —iniciativa provincial— para el adulto responsable de ese niño o niña. Es de 250 pesos mensuales, con posibilidad de acceder a un empleo y con la condición de que los chicos vayan a la escuela.

Devalle apunta que otro gran desafío es la meta de inclusión a desarrollar con las escuelas, para que vean a las familias y niños en riesgo no como un problema sino como una oportunidad más para educar.
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2 comentarios:

  1. ALGO MAS PARA ANALIZAR EN CLASE, SOBRE TODO EN FORMACION ETICA Y CIUDADANA.

    Desde el 25 mayo de 2010, la edad mínima para firmar un contrato laboral legal será de 16 años. Desde este año es desde los 15, ya que la ley 26.390 aprobada por el Congreso establece ese tope de manera progresiva. La norma regula el empleo de los adolescentes (menores de 18 años) y prohibe el trabajo infantil. Además se explicita que deben cumplir con la escolaridad.

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  2. El papel de los educadores

    La escuela y sus docentes son una pieza decisiva para cambiar esta historia. “El ministro de Trabajo _Carlos Rodríguez_ y nuestro equipo tenemos un desafío, que es ir incorporando la noción de trabajo decente, digno en las currículas de los profesores”, comenta. Sumar esta noción es el verdadero modo de erradicar el trabajo infantil”, dice y subraya: “El trabajo digno es la clave, porque un adulto lo tenga significa que un niño no tenga que salir a buscar su sustento”.

    La funcionaria recordó que la provincia se sumará a la campaña internacional que este año tomará como lema central “Las niñas y el trabajo infantil”, cuando el 12 de junio próximo se conmemore el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

    Santa Fe pondrá disposición en la página oficial _www.santafe.gov.ar_ un documento que alude a la situación de la infancia. Al final de la charla con La Capital, la funcionaria acentúa que las iniciativas encaradas parten de la premisa que afirma “que el único lugar donde tienen que estar los niños y las niñas es en la escuela o jugando”.
    EL ARTICULO ES MÁS LARGO, DESCRIBE TAMBIEN OTRAS POLITICAS PUBLICAS NECESARIAS Y QUE DEBEN IR JUNTO A LAS EDUCATIVAS.

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